El fiscal Marcelo Romero y la periodista Sandra Ramos brindaron detalles de la iniciativa que, junto a una psicóloga especialista en bullying y un tecnólogo, vienen impulsando a nivel local para proveer a los adolescentes de una protección contra los peligros de Internet mediante charlas de concientización en las escuelas.
Cómo señaló el funcionario judicial platense, “se busca concientizar a los alumnos de la Región sobre el buen uso de las redes sociales y los peligros que encierra su mal uso o el aprovechamiento que pueden ejercer personas que utilizan la tecnología para el mal”.
Apuntó que “el objetivo de las charlas es que los chicos sepan que pueden aprovechar y utilizar la libertad que tienen para interactuar en las plataformas pero con responsabilidad”.
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En esta línea, la conductora de Magazine detalló que “sorprendió el nivel de atención que tuvieron los chicos a la hora de recibir el mensaje, lo que da cuenta de que el tema les interesa y les da curiosidad. Lo más llamativo fue que estaban atentos al escuchar lo que tenían que hacer”.
Indicó que es muy importante que a los chicos no se les prohíba el ingreso a las redes sociales y que más bien se aliente el uso de estos nuevos conceptos en comunicación apelando a la responsabilidad y compromiso de cada joven.
“No es que no se pueda usar. Cuando uno prohíbe, el efecto es justamente el contrario al que se busca” remarcó Ramos que manifestó también que el equipo de trabajo ya se plantea brindar seminarios para padres y docentes con el objetivo de brindar herramientas para combatir los peligros de internet.
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En sintonía con esta afirmación, Romero remarcó que es importante no asustar a los más chicos sino que, por el contrario, se debe intentar informar ya que la vertiginosidad con que se producen cambios en las redes no permite elaborar estrategias de blindado para prevenir males mayores”.
En otro tramo de la entrevista que ofrecieron a JUSTICIA EN PRIMERA PERSONA , Romero comentó que en una de las charlas se invitó a los adolescentes a participar de un razonamiento de lógica en el que se planteaba si alguien se animaba a pasar al frente y quedar en ropa interior, una postal que se repite en los muros de los jóvenes en la actualidad.
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Reseñó que ante la insólita propuesta, “todos se rieron y nadie se animó a levantar la mano”. Ese fue el punto de partida para poder conducirlos a la reflexión mediante el análisis de un enunciado que señalaba “si nadie se anima a pasar al frente y quedar desnudo frente a trescientas personas por qué se animan a hacerlo en las redes y exponerse a millones de desconocidos”.